La Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) es uno de esos proyectos que tenemos marcados en el calendario. Este año, bajo el lema “Mil millones de voces” se celebrará del 26 al 30 de abril  la campaña abordará como la pandemia de COVID-19 está afectando la educación de más de mil millones de personas en todo el mundo. También está agravando la actual crisis mundial de financiación de la educación, lo que repercute en el progreso de toda la Agenda de Desarrollo Sostenible y, específicamente, en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4).

La campaña Mil Millones de Voces tiene como objetivo asegurar un aumento en la financiación pública de la educación para así garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa para todos elevando las voces de los mil millones de estudiantes que se han visto afectados por la pandemia de COVID.

Durante el pico de la pandemia de la COVID-19, se estima que 1,5 mil millones de estudiantes vieron frenada o interrumpida su educación. Los sistemas educativos continúan enfrentándose a una crisis devastadora, los desafíos en torno al financiamiento público y la presión cada vez mayor sobre los recursos para los servicios públicos están dando como resultado que haya menor prioridad en la educación. Si bien algunos estudiantes han regresado a la escuela, la pandemia de COVID-19 profundizó la exclusión digital de muchas comunidades especialmente vulnerables, tales como los niños con discapacidades.

El mundo se enfrenta a un punto de inflexión en el que ha comenzado una reversión sísmica en el progreso de la educación y tiene efectos devastadores en muchos otros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además, el Banco Mundial proyecta un posible recorte de un 10% en los presupuestos destinados a la educación debido a la pandemia de COVID-19. No solo deben detenerse estos retrocesos en la financiación de la educación, sino que también deben asegurarse y garantizarse incluso mayor y mejor financiación para la educación.